El diario-blog de alguien que dará un giro a su vida, y que, si no le gusta ése giro, dará otro, y otro más... Cuantos sean necesarios hasta encontrar su vida ideal tantos años soñada. Segúramente se parezca demasiado a cualquiera de nosotros, pero la vida es así... http://capitansogul.blogspot.com/

miércoles, 23 de septiembre de 2009

42. Banquete

Oigo voces. Voces que gritan en tono alto y seguro, que gritan algo que me suena a “¿Dónde estáis señoritas?”. Joder. Estoy tan cansado que ni voy a intentar ponerme en pie. Estoy listo. Preparado para recibir mi destino sea el que sea. Le pego unos meneos a Cuinto con el pie para avisarle, pero sólo consigo agitarle y sacarle un pequeño gemido, pues no se mueve. Ya que me van a coger “acorralado” como a una rata, prefiero que me cojan bien alimentado y satisfecho. Por lo que cojo otro trozo de pan, y me lo voy comiendo acompañado del licor. Que rico está. Una vez pasas los primeros y ardientes tragos, el resto entra solo… Mmm...… Gloria divina!.
Por lo que tardan, deben estar peinando la zona meticulosamente, por mi genial, así puedo proseguir sin prisas mi banquete.
Llega un momento en el que las voces, en lugar de oírse más nítidas, se van alejando en mis oídos, y no distingo nada de lo poco que puedo escuchar. Aunque ahora que me fijo, tampoco escucho los ruidos del bosque. Me siento de repente como en una caja de estanqueidad perfecta… Y mareado.
Fijo mí vista en Cuinto, porque me cuesta fijarla, y le veo moverse, como si se fuera a caer… Ohh… Estoy muy mareado. Mejor me tumbo. Hostia… esto es mucho peor. Veo los árboles sobre mi cabeza empezar a jugar al corro de la patata… Ohh.. Mejor me incorporo… Cuinto sigue donde lo dejé… pero me cueste verle nítido. Tengo que giñar un ojo. Creo que todo esto tiene un nombre. “Pedo brutal”. Pensando en esto y en mi situación, se me alegra la tarde o el día… o qué se yo!...
De repente, mientras navego entre las olas de mi mareada percepción, oigo a lo lejos unos gritos. Intento centrar la vista, pero no lo consigo, sólo veo formas borrosas, una o varias, que se me acercan. ¡Qué felicidad!, pese a las arcadas… por fin pasa algo…
Las formas se acercan a éste… como se llamaba, al tío hecho polvo que traje hasta aquí desde… Ufff... No me acuerdo…El caso es que ya los tenemos encima… Y no me siento preocupado… Bueno, sí, estoy preocupado porque creo que se ha terminado el líquido del barril…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuéntame que opinas...