El diario-blog de alguien que dará un giro a su vida, y que, si no le gusta ése giro, dará otro, y otro más... Cuantos sean necesarios hasta encontrar su vida ideal tantos años soñada. Segúramente se parezca demasiado a cualquiera de nosotros, pero la vida es así... http://capitansogul.blogspot.com/

lunes, 17 de agosto de 2009

26. En marcha de nuevo

Para evitar ser visto de lejos, avanzo con cuidado por entre las zonas màs espesas que encuentro dentro del bosque. Espero que asì, si se da el caso, sea un blanco màs difìcil de alcanzar. Pero el problema de esto es que estoy moviéndome mucho màs despacio. Todos los àrboles me parecen iguales, y después de avanzar, creo, unas cuantas horas, no sé si habré vuelto sobre mis pasos. No estoy haciendo marcas en los àrboles, como al principio, por miedo a que estas marcas les lleven directamente hasta mì, pero no sé si habrà sido una buena idea. Creo que estoy paranoico. Pero un paranoico con agua y alimento, por lo que puedo permitirme seguir "avanzando"...
Està atardeciendo y gracias al racionamiento al que someto al agua, todavìa me queda alrededor de medio litro, por lo que esto no es problema. Pese a poner toda mi atenciòn en ello, no soy capaz de escuchar nada que no sea el murmullo del bosque. Que tiene una cosa buena; que no oigo disparos ni gritos de alarma, y otra cosa mala, que no localizo el rìo y por tanto sigo perdido.
Tengo que continuar, incluso cuando caiga la noche, porque tengo que encontrar el rio, para tener agua y para tener una referencia de direcciòn.
Al final se me ha echado la noche encima, y sigo perdido, pero perdido en pendiente y cuesta arriba. Primero una subida muy ligera, apenas parecìa subida entre tanto àrbol, y ahora, una subida claramente empinada. Tanto que me cuesta en ocasiones no resbalar y caerme, con tanto verde y hojas caidas... A veces tengo que continuar a cuatro patas, como una araña, para no caer. Perfecto, escalada nocturna, una nueva modalidad de deporte de riesgo by Gonzalo.
Continùo con la "escalada" durante lo que me parece una eternidad, hasta que, por fin, el terreno se nivela y la luna me muestra con su escasa luz, un pequeño claro, que debe ser la cima, de unos diez o doce metros, con plantas y arbustos bajos. Rodeado todo el claro por las copas de los àrboles de màs abajo. Por fin algo bueno!, he llegado a un puesto de observaciòn privilegiado. Sòlo necesito que se haga de dìa para hacerme una idea de donde estoy. Mientras tanto ahora tengo que prepararme para pasar la noche. Mientras estoy arrancando matojos de hierbas para hacerme la cama, veo, casi de casualidad... Un destello!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuéntame que opinas...