El diario-blog de alguien que dará un giro a su vida, y que, si no le gusta ése giro, dará otro, y otro más... Cuantos sean necesarios hasta encontrar su vida ideal tantos años soñada. Segúramente se parezca demasiado a cualquiera de nosotros, pero la vida es así... http://capitansogul.blogspot.com/

miércoles, 2 de septiembre de 2009

28. El diluvio

Anoche debí haber subido bastante alto, porque ya ha amanecido y sigo descendiendo. Debo estar entrando a un valle, porque de repente, ha comenzado a hacer un calor húmedo, terrible, y unos momentos más tarde el cielo se ha oscurecido, y sin previo aviso a comenzado a caer la “de Dios”. De puta madre. Es como en los comics de humor. “Qué más puede salir mal”… Y comienza a llover. Al no tener dónde guarecerme, y carecer de ropa para el agua, me hago con una hoja grande que pliego a modo de embudo sobre la bota de agua para que se me llene, asi aprovecho... Nunca había visto caer tanta agua como ahora. A mi alrededor se van formando pequeños riachuelos que arrastran hojas y arena. En unos pocos minutos tengo la bolsa engordada y llena de agua fresca, la cierro y me intento cobijar un poco del diluvio al amparo de un árbol, pero no sirve de nada. Estoy calado hasta los huesos. Al menos voy a aprovechar para limpiarme un poco, pues debo oler a choto desde hace días…
Nunca había temido a las tormentas, pero al aire libre como me encuentro, sin protección, y con una tormenta con mayúsculas, esto es acojonante. Los rayos iluminan como flashes por entre la penumbra y las ramas de los árboles, y al momento, son seguidos por el estruendo terrible del trueno. Se nota el retumbar de la tierra con cada uno de los truenos. Terrible.
No recuerdo si era seguro estar entre árboles en una tormenta como esta, es lo que pasa por no haber leido con atención el manual de los “Jóvenes castores”. Pero lo que tengo claro es que no quiero moverme mucho. Me quedo acurrucado al lado de un troco de un árbol no demasiado alto.
Las gotas son enormes, tanto que las que consiguen traspasar la frondosidad de las ramas, y duelen.
Tengo los oidos pitando del terrible ruido de los truenos. ¿Cuándo coño acabará esta puta tormenta?.
Al menos el tiempo es agradable y no sopla viento que me enfríe, porque lo más, sería cogerme una pulmonía. De momento, no me ha caido ningún rayo encima, pero tengo muy claro que cerca, han caido varios, ya que huele a quemado.
Ahora parece que la lluvia comienza a ser menos densa. Se acaba la tormenta!.
Para qué hablaré. La lluvia se ha convertido en granizo. Granizo duro y grande. Tócate los huevos!. Duele de cojones. Como los tiros de cerca en el Paint-ball, pero de arriba abajo. Para protegerme el melón, me pongo la bolsa de agua encima.
Después de lo que me parece una eternidad, por fin termina el granizo y la lluvia, y vuelven a filtrarse por entre las ramas los cálidos rayos del Sol. El calor comienza a humedecer el ambiente.
Tras estrujar la ropa y las “sandalias”, las tiendo como puedo para que se sequen un poco.
Espero que esta parada obligada, no me haga perder el rumbo…

2 comentarios:

  1. Lo bueno es que te has pegado una ducha, que ya debias oler a choto que te cagas.

    Tras la lluvia, tendras un periodo de tiempo en el que tu sentido del olfato te mostrara olores que antes ni siquiera imaginabas que estaban alli.

    Tambien, si encuentras algun rastro reciente sera mas facil seguirlo, igual podias cazar y todo.

    Y si hubieras estado cerca de un rio, es el mejor momento del mundo para pescar, te lo dice el hijo de un pescador de trucha.

    Asi es que frotate un poco de alguna hierba/arbol que huela para ocultar tu Chotolor y a tirar para adelante.

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  2. Si Gonzalo supiera todas esas cosas, no estaría como está ahora, que todo lo que sabe/recuerda de supervivencia y campo, lo ha visto en la TV... :)

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