El diario-blog de alguien que dará un giro a su vida, y que, si no le gusta ése giro, dará otro, y otro más... Cuantos sean necesarios hasta encontrar su vida ideal tantos años soñada. Segúramente se parezca demasiado a cualquiera de nosotros, pero la vida es así... http://capitansogul.blogspot.com/

martes, 15 de septiembre de 2009

36. Salvar el culo

Mierda, mierda, MIERDA!. Echo a correr ladera arriba sin dudarlo. Esos gritos me producen escalofríos. Espero que no me haya visto nadie de ninguno de los dos bandos.
Corro como un loco, durante un buen rato, hasta que agotado y sin resuello, tengo que parar. Todo mi agotamiento y mis sudores, no han servido para alejarme todo lo que esperaba, pues desde aquí todavía se oyen los gritos y el resonar de las trompetas en el campamento. Me imagino que estarán preparándose para el asalto, unos para recibirlo y otros para hacerlo. Que horror!. Si me pareció desagradable el hombre decapitado, no quiero ni imaginar lo que puede ser aquello.
No puedo ir a buscar el camino, pues me da que en plena refriega, estará muy transitado. Haga lo que haga, debo alejarme de estos dos bandos de locos. Debo seguir alejándome.
Pese a mi cansancio, vuelvo a comenzar el ascenso, esta vez mucho más lento. Mis piernas y mis pulmones se me quejan, quieren descanso.
De repente, me quedo helado. He oído un ruido a mi espalda, y no sonaba precisamente a viento. Me paro y busco donde esconderme. Tengo una roca al lado. Me acurruco detrás de ella, soy una piedra. Mierda, sabía yo… No he puesto ningún cuidado en mi huida, y ahora mira. El tiempo pasa como a cámara lenta. Sigo oyendo los ruidos, crujidos de ramas, hojas, con el sonido de fondo de lo que sea que esté pasando más abajo. Estoy de espaldas a los sonidos que se acercan. Me asomo rápidamente, y no puedo apreciar nada. Pero los sonidos han cesado. Se han parado. Noo!, saben donde estoy, me han localizado seguro, pues oigo unos susurros, y los sonidos ahora vienen de dos lados. Joder!. Me están rodeando ¿Qué hago?. No puedo quedarme quieto.
Un grito a mis espaldas ensordecedor y demasiado cercano, me saca de improviso de dudas, y con energías sacadas del miedo salgo de mi escondite a todo correr, huyendo del origen del ruido. Al levantarme, puedo, fugazmente, percibir la forma difuminada de mi perseguidor. Un tío ancho con barbas y torso desnudo, que se abalanza sobre mí. Al volver a mirar de frente, creo ver a otro tío acercarse por mi flanco derecho. Esto es la carrera del pollo. Cuando estoy huyendo, saltando setos, arbustos, piedras y esquivando árboles, veo a pocos metros, delante de mí, a otro tipo de éstos. Está con el torso desnudo, tatuado, con barbas y pelo largo y con una sonrisa terriblemente amenazadora. Tiene los brazos abiertos, dispuesto a cogerme cuando esté a su alcance. Parece como si fuera un granjero que estuviera a punto de coger un ganso para la cena, pues parece que mi presencia no le intimida lo más mínimo. De puta madre!. Se mueve en mi dirección para cortarme el paso. ¡Qué hijodeputa!, y sigue sonriendo.

2 comentarios:

Cuéntame que opinas...