El diario-blog de alguien que dará un giro a su vida, y que, si no le gusta ése giro, dará otro, y otro más... Cuantos sean necesarios hasta encontrar su vida ideal tantos años soñada. Segúramente se parezca demasiado a cualquiera de nosotros, pero la vida es así... http://capitansogul.blogspot.com/

viernes, 24 de julio de 2009

17. Como Dios manda

Voy entre los árboles caminando en paralelo al sendero, buscando mi sitio ideal para pasar la noche. Igual que hasta ahora, todavía no encuentro nada que me ofrezca protección, y de momento he tenido bastante suerte, la verdad, pero en mi cabeza resuenan todavía los aullidos y las dentelladas que, imaginariamente, debían estar lanzando al aire… Aún me da escalofríos pensar en esto. Tengo que encontrar un sitio "como Dios manda" para pasar la noche y descansar en condiciones de una puta vez. ¡Qué curiosa expresión!, “Como Dios manda”. ¿Acaso Dios bajó a la tierra a hacer todas y cada una de las cosas en las que se puede utilizar la expresión?. No, por supuesto. Todo esto viene por las normas de conducta que nos han dictado desde que éramos pequeños, dictadas por la Iglesia, que aprovechó los antiguos conocimientos de los santos libros para crear sus propios Dogmas. Por eso, creemos en un Cielo y un Infierno, al que acabarás yendo si te portas mal, si haces esto o dejas de hacer aquello… Menudos pensamientos de informático friki, si estuviera en otra época, ahora mismo estaría atado a un poste y en llamas, por hereje y por cabrón.
Mientras deambulo pensando tonterías, he llegado a un árbol, no demasiado alto, pero que tiene dos buenas ramas que nacen paralelas de su tronco, y que al llegar al metro y algo se separan a un lado cada una. Pienso que la parte en la que están unidas, puede darme algo de comodidad y protección para pasar la noche. Me subo al árbol, con cierto esfuerzo para ver qué tal están por arriba, y bueno, se puede estar. Romperé con una piedra las pequeñas ramas que asoman hacia arriba, y con hierba rellenaré el hueco entre ambas ramas. Aún así, tendré que dejar las piernas colgando o dormir acurrucado porque no quepo entero. Reúno hierba para hacerme el colchón, y busco unas cuantas bayas más. Cuando lo tengo todo preparado, como estoy cansado, me subo a al árbol para acoplarme sobre la “cama”, e intento dormir. Deben ser cosa así de las seis o las siete, y todavía es de día, pero necesito descansar, como Dios manda.

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