El diario-blog de alguien que dará un giro a su vida, y que, si no le gusta ése giro, dará otro, y otro más... Cuantos sean necesarios hasta encontrar su vida ideal tantos años soñada. Segúramente se parezca demasiado a cualquiera de nosotros, pero la vida es así... http://capitansogul.blogspot.com/

lunes, 20 de julio de 2009

9. Cálculos

Ahora, más animado con algo en el estómago, continúo río abajo. Me he deshecho de la piedra que usé para marcar mi camino y sigo conservando el palo, pues nunca se sabe... Aunque después de mi incidente con el conejo, tengo más cautela y cuidado a la hora de avanzar por entre los arbustos. Simplemente evito ir arrastrando los pies y apartar a palazos (como si el palo fuera un machete) las ramas que encuentro por en medio, para que, si tengo suerte, me queden opciones de llevarme algo que comer a la boca... Aunque llegado el caso (poco probable, por cierto), ¿Sería capaz de encender un fuego?. En la televisión parece bastante fácil, frotar madera, chocar de piedras y ya tenemos la chispa, de ahí todo es (o parece ser) coser y cantar... Mmmmm... carne cocinada... Con lo carnívoro que soy... Que hambre!. Dejar vagar los pensamientos de esta manera, no me ayuda, pues ahora tengo el cosquilleo del hambre de nuevo dando por saco... Tengo que alejar mi mente de temas de comida porque si no lo voy a pasar fatal... A ver, a ver... Si el día tiene 24 horas, y el hombre puede recorrer de 3 a 4 Km por hora... Yo que llevo andando en total, desde que abandoné el cobertizo, unas nueve horas el primer día y unas cuatro más ahora... Llevo un total de unas trece horas de marcha... Lo que da un total de... Unos cuarenta kilómetros andados. Como imagino que la suposición de los tres kilómetros la hora se basa en una situación idónea, de calzado adecuado, en un terreno llano, y no accidentado, voy a dividir mi velocidad a la mitad, por lo que, siendo más realista, habré andado unos veinte kilómetros en total. Lo que no está nada mal, teniendo en cuenta lo precario de mi situación. Suerte que tengo cerca el agua para consolar mis calores. Todavía no me he encontrado camino alguno, ni tan siquiera, un camino erosionado por los animales al ir al río a beber. Bueno, da igual... creo que tanta soledad, silencio y esta situación tan extraña, me están afectando a la cabeza, porque no paro de hablar (en pensamientos) conmigo mismo. Voy a seguir el cauce del río poniendo atención solamente en donde piso, a ver si dejo de calentarme la cabeza a mi mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cuéntame que opinas...