El diario-blog de alguien que dará un giro a su vida, y que, si no le gusta ése giro, dará otro, y otro más... Cuantos sean necesarios hasta encontrar su vida ideal tantos años soñada. Segúramente se parezca demasiado a cualquiera de nosotros, pero la vida es así... http://capitansogul.blogspot.com/

martes, 14 de julio de 2009

6. Agua

Guiándome por el sonido, me interno en lo que en principio parecía una acumulación de vegetación, pero que al ir aproximándome, parece un bosquecillo disperso, con zonas casi despejadas y otras con gran profusión de vegetación. Justo de entre uno de esos espacios rodeados de verde; matorrales y plantas, es de donde parece provenir el sonido. Con cierta ansiedad, acelero mis pasos y aparto la vegetación sin cuidado, y justo ahí, tras unas cuantas matas de arbusto y ramas, encuentro un pequeño riachuelo con un leve cambio de altura, que por fortuna es lo que provoca el sonido en su silencioso fluir.
Sin pensármelo, me tumbo al lado del arroyo y comienzo a beber abundantemente. Sólo es, al cabo de un buen rato, cuando me siento saciado cuando dejo de beber y me aparto, tumbándome boca arriba satisfecho. Mientras estoy en esta postura, me asaltan las dudas sobre lo que he hecho. El agua podría no ser potable, o llevar algún tipo de residuo, o qué se yo!. Pero no tenía mal sabor, sólo espero no haberme equivocado, pues de ser aguas contaminadas lo iba a pasar fatal, suponiendo que no me maten... Aunque sigo confiando en encontrarme con alguien que me aleje de aquí, pero el mal trago (y nunca mejor dicho) no me lo quita nadie. Tratando de dejar de pensar en esto, me centro en mi siguiente paso. Voy a seguir el riachuelo con la intención de encontrarme con alguien, algún agricultor o ganadero que me pueda dar algo que comer, pues desfallezco. Sin más, descansado y lleno de líquido, me pongo en marcha.
El seguir el riachuelo, no es cómodo, porque a sus lados tiene abundante vegetación, pero a cambio puedo disfrutar de su sombra, que por lo menos es una comodidad que compensa los muchos bichos voladores, que pican y que rondan cerca del agua. Poco a poco, casi sin darme cuenta, el riachuelo va aumentando su caudal. Aprovecho que me acabo de percatar de esto para parar a descansar, cuando en el momento de sentarme, veo un movimiento dentro del agua. Me quedo inmóvil mientras voy girando la cabeza en esa dirección, y descubro un pequeño banco de peces, deben ser del tamaño de sardinas, pero son comida potencial. Ahora sólo tengo que cogerlos.

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